La deshidratación y los golpes de calorno han sido las únicas consecuencias que ha dejado a su paso la intensaola de calor que ha azotado en días recientes a México pues, ante la alta demanda de energía eléctrica para aires acondicionados o ventiladores, los apagones se hicieron presentes. Fue durante la tarde y noche del pasado martes 7 de mayo cuando a través de redes sociales internautas comenzaron a denunciar la falta de servicio eléctrico en sus hogares.Entre los estados afectados se encontraron la Ciudad y el Estado de México, Veracruz, Hidalgo, Zacatecas, Querétaro, Guanajuato, Puebla, Nuevo León, Chiapas, Quintana Roo, Tamaulipas, Jalisco, Oaxaca, Chihuahua, Campeche, Aguascalientes y Yucatán.Al respecto, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) informó a través de un comunicado emitido en sus redes sociales que algunas plantas salieron de operación o disminuyeron su producción de electricidad, lo que orilló al Sistema Interconectado Nacional (SIN) a entrar en un estado operativo de emergencia.La activación del estado de emergencia del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) puede derivar en cortes de energía a lo largo del país, tal y como sucedió en las entidades mencionadas el pasado 7 de mayo. Nota informativa sobre las acciones y el estado operativo del Sistema Eléctrico Nacional #SIN #restablecimiento #suministroeléctrico pic.twitter.com/4d2N1yXIdY— CenaceMéxico (@CenaceMexico) May 8, 2024
Pese a que autoridades ya se encuentran trabajando para garantizar en todo el país el acceso a la energía eléctrica, éste factor no ha sido el único que ha provocado apagones en la República Mexicana y prueba de ello son los múltiples documentos judiciales en los que Petróleos Mexicanos (Pemex) acusó a empresas estadunidenses de comprar gas natural a organizaciones delictivas que operan en el país, un caso que continúa generando incertidumbre en el noreste del país. La Cumbre de Burgos y el robo de combustibleEn el noreste de la República Mexicana, específicamente entre los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila se extiende una cuenca de 73 mil 800 kilómetros cuadrados en los cuales se almacenan algunos de los sistemas petroleros productores de gas y condensado más importantes del país. “En la Cuenca de Burgos el gas es predominante termogénico no asociado y asociado a condensado proveniente de las rocas maduras. Las rocas del Jurásico Superior empezaron a generar hidrocarburos a finales del Cretácico”, explica en un Atlas Geológico la Comisión Nacional de Hidrocarburos del Gobierno de México La riqueza natural de la zona figuró como un atractivo de inversiones extranjeras y desarrollo económico para el país, no obstante, no sólo empresas privadas y el Gobierno de México vieron ahí una oportunidad de negocio. Y es que, por su cercanía con la frontera de Estados Unidos, los estados a través de los cuales se extiende la Cuenca de Burgos han sido durante décadas territorio de disputa para diversas organizaciones delictivas que, si bien su principal fuente de ingresos es el tráfico de drogas, con el paso de los años fueron diversificando sus actividades delictivas. “El robo de hidrocarburos ha pasado de ser una actividad criminal de poca monta, llevada a cabo por redes de robo y distribuidores corruptos de Pemex, a una operación sofisticada vinculada con los principales grupos criminales de México”, explica en un análisis InSight Crime. De acuerdo con información difundida por la fundación dedicada al estudio de amenazas para la seguridad nacional de América Latina y el Caribe, fueron Los Zetas -escisión del Cártel del Golfo- quienes comenzaron a encabezar acciones dirigidas al robo de combustible a inicios de los años 2000. Aquel brazo armado formado por Osiel Cárdenas Guillén que años se más tarde pasó a ser un cártel por derecho propio, figuró como un elemento importante para que en estados como Tamaulipas y Veracruz, el robo de combustible incrementara con mayor rapidez. El caso de Pemex y las empresas estadunidensesEn septiembre de 2008 el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que, derivado de las acciones desplegadas que formaban parte de la Operación Reckoning, se logró la aprehensión de 175 supuestos miembros del Cártel del Golfo.”Los individuos acusados en los casos están siendo procesados por una variedad de delitos, entre ellos: cargos de narcotráfico asociados a la cocaína y la marihuana, promoción y conspiración para cometer secuestro, intento de homicidio, conspiración para usar un arma de fuego en un delito violento, conspiración para asesinar en un país extranjero, viajes interestatales y al extranjero para promover la delincuencia organizada, lavado de dinero y otros delitos asociados”, se lee en el comunicado emitido por la dependencia. Según relatos periodísticos, entre los detenidos se encontraba un hombre que en calidad de testigo protegido señaló que la organización delictiva para la que laboraba no solo traficaba drogas, sino también condensado de gas natural robado en México al menos desde 2006. En cuestión de días, la consejería jurídica de Pemex recibió conversaciones que involucraban a empresarios petroleros de Estados Unidos, quienes lamentaban la detención de integrantes del Cártel del Golfo y Los Zetas en la Operación Reckoning. De acuerdo con los alegatos que Pemex presentó ante la corte y que fueron recuperados por InSight Crime, el modus operandi consistía en que las empresas estadunidenses compraban el condensado robado y mandaban a México camiones cargados con agua que iban etiquetados como “nafta”. Una vez que cruzaban la frontera vaciaban los camiones y los llenaban con el condensado de gas que había sido robado. Para lograr su cometido, las empresas se habrían valido de documentación falsa para justificar la posesión del combustible y de sobornos a funcionarios aduanales.Las declaraciones del testigo protegido derivaron en una ronda de demandas que Pemex y su filial Pemex Exploración y Producción (PEP) presentaron en 2010, 2011 y 2012 por el robo, almacenamiento y distribución de gas natural condensado.Aunque la paraestatal buscó los medios para llevar ante la justicia a aquellos involucrados en el robo de gas natural, el juez encargado del caso determinó que Pemex no proporcionó la evidencia suficiente para probar el delito. “De los USD 300 millones que pedía para la reparación del daño, Pemex recuperó judicialmente solo USD 71 millones de cinco empresas y una persona de las que demandó, pero ninguna tuvo fondos para pagar. Al final la empresa mexicana no obtuvo un solo dólar”, indica la fundación dedicada al estudio de la seguridad nacional de América Latina y el Caribe. El gas natural y los apagones en México En febrero de 2021, como consecuencia de una intensa tormenta invernal, gran parte de Estados Unidos y la zona norte de México sufrieron apagones que dejaron sin energía eléctrica a miles de hogares. En aquella ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que aquella situación estaba relacionada con la dependencia que México tiene al gas que llega desde Estados Unidos, el cual se necesita, entre muchas otras cosas, para proveer electricidad.A través de su cuenta de X, el periodista especializado en crimen organizado Óscar Balderas aseguró que, la versión difundida por el gobierno apuntaba a que viejos políticos decidieron hace años que lo mejor para su negocio era vender contratos para que México comprara gas al extranjero en lugar de producirlo en suelo propio. No obstante, la otra cara de la situación que impide el acceso al gas es precisamente el asedio que miembros de la delincuencia organizada realizan a los empresarios que intentan incursionar en el negocio en la Cuenca de Burgos.Y es que, además del caso de Pemex, en la zona han sido asesinados directivos de empresas petroleras estadunidenses que se niegan a ceder ante las extorsiones y presiones de los grupos delictivos que operan ahí, lo que ha ahuyentado las inversiones privadas. Tal y como Balderas lo plantea, los apagones en México pueden explicarse desde múltiples fenómenos que así como pueden ser de carácter natural como lo son las condiciones climatológicas, también han estado relacionados con una oscura faceta que tiene como protagonistas a peligrosas organizaciones delictivas que buscan enriquecerse a través de negocios ilícitos cuyas únicas víctimas continúan siendo las y los ciudadanos. ATJ
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